Finis Desolatrix Veritae

Argumento: Esta obra empieza con el narrador contando en cómo se convirtió en un esqueleto animado en medio de un desolador paraje, con un horizonte limitado y oscuro. A penas pudo recordar el pasado, lo último que recordaba era que estaba agonizando ya en su lecho con su familia, su amigo y el médico que le tomaba el pulso. Ese fue el preciso instante de su muerte física pero su conciencia estuvo clara. Fue enterrado en el cementerio de su pueblo pero el despertó en el desierto cubierto de huesos humanos, entonces ve a un esqueleto parado contemplando el desolador paisaje, el esqueleto narrador entabla una conversación con el otro esqueleto el cual le pregunta si había sido cristiano, como él, a lo cual aquél le informa que en su tiempo el cristianismo era ya una religión antigua. El esqueleto narrador invoca a cristo, el que había prometido a sus seguidores la resurrección la vida en una mansión de la bienaventuranza el otro esqueleto se esfuerza en explicarle que no hay tal vida después de la muerte, que el hombre es solo materia y energía que se transforma y pasa a formar parte de otros seres vivos. Angustiado, el esqueleto narrador se pone a rezar a Dios, luego llama a su madre. El otro esqueleto le dice que no haga nada de eso, que era inútil. El esqueleto-narrador, en un último esfuerzo, se arrodilla ante su el otro esqueleto y le ruega a que rece junto con él a Cristo, ya que era el único que podía salvarlos. Este, con gran pesar, inclinó la cabeza y le dijo que cristo era él.